Pedro Mozos
Pedro Mozos, nació el 22
de febrero de 1915, natural de Herrera de Valdecañas de Cerrato (Palencia). Fallecido
en Palma de Mallorca en 1982.
A los 4 años, y
huérfano de padre, se marchó con su familia y hermanos a Madrid, al barrio de
Vallecas. Cuando era adolescente, desempeñó oficios varios, como recadero,
ayudante de un ciego o afinador de pianos.
De formación autodidacta, Mozos frecuentó, sin embargo,
algunnas escuelas como alumno libre, donde puso de manifiesto sus buenas
cualidades para el dibujo y la pintura. Cuando Mozos tenía 16 años, el pintor
Julio Moisés (Tortosa, Tarragona, 1988-Suances, Cantabria, 1968), de formación
academicista y caracterizado por los retratos femeninos costumbristas y
folclóricos, le descubrió y le presentó al gran pintor Ignacio Zuloaga (Eibar,
Guipozcoa, 1870-Madrid, 1945), también conocido por sus cuadros costumbristas y
retratos, que apadrinó la primera exposición del palentino en el Círculo de
Bellas Artes de Madrid en 1933. Fue su primer gran éxito. Tenía 17 años y se
reveló con grandes dotes para el dibujo y la pintura. Dos años después logra su
primera beca de pintura, concedida por la Fundación Conde de Cartagena, de
Madrid, para cursar estudios en Francia, Italia y Marruecos.
A partir de ahí se suceden exposiciones individuales y
colectivas, premios y otras becas, que le convirtieron en uno de los pintores
más reputados del siglo XX.
Ganó en 1950 la oposición de profesor de Término de Dibujo
Artístico en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Madrid, y en
1964 la cátedra de Dibujo de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad
Complutense de Madrid, puesto que ejerció hasta su fallecimiento, que se
produjo durante una estancia en Palma de Mallorca el 14 de septiembre de 1982.
En varias ediciones de la Exposición de Bellas Artes ganó
varias medallas en las categorías de Pintura y de Dibujo, y en 1975 mereció el
Premio de Pintura y Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes.
Pedro Mozos se integró en la Escuela de Madrid, denominada
así por el marchante y librero Karl Buchholz y el crítico de arte Manuel
Sánchez Camargo, a raíz de la exposición colectiva que protagonizaron un grupo
de pintores en la Galería Buchholz de Madrid en 1945.
Mozos trabajó con tesón, con intensidad, sin descanso, para
aprender. Y lo logró. Estudió a los clásicos desde que era un niño, y esto
siempre se percibió en su pintura. Por ello, fue un gran dibujante, y también
lo fue como pintor donde destaca su personalidad.
Pedro Mozos no pasó desapercibido. Fue un pintor reconocido
en Madrid. Formó parte del grupo de los pintores destacados desde la posguerra
hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX. Estuvo presente en numerosas
exposiciones junto a los nombres más importantes, que fueron no solo sus
compañeros, sino también sus amigos. Por otra parte, y esto es muy importante,
participó numerosas veces en la Bienal de Venecia y, sobre todo, en las
Exposiciones Nacionales. Actualmente su figura, como la de casi todos los
artistas de aquel momento, no merece demasiada atención, pero en Madrid sigue
siendo un pintor conocido por galeristas y gente del mundo artístico.
En 2005, la madrileña galería de la palentina Ángeles Penche
le dedicó una exposición que permitió mantener viva la memoria de este pintor.
Pedro Mozos, ciñéndonos a Palencia, es el más importante de
los pintores palentinos del pasado siglo.
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