Isidre Nonell
Isidre Nonell (Barcelona,
(1872-1911) fue uno de los grandes, entre los grandes pintores del modernismo
catalán de finales del siglo XIX y principios del XX. Pero también uno de los
grandes asediados y repudiados por la burguesía de aquella Barcelona de los
grandes procesos del cambio estructural urbano, como la destrucción de las
murallas medievales, la construcción del Ensanche, de la Sagrada Familia y de
los grandes palacios modernistas. La burguesía comercial, financiera y
nacionalista, en su auge de progreso individual y potenciando marginación
colectiva entre los trabajadores.
Isidre Nonell fue un pintor que evocó la lucha feminista
como cultura de opresión mantenida durante siglos por las prédicas de la
Iglesia. En esa larga colección de pinturas está la mujer gitana erigida como
la gran madonna que protagoniza liberación. Un recurso elemental en la que se
integran a todas las mujeres trabajadoras de los bajos fondos del servilismo..
Los personajes que él prioriza como denuncia, son aquellos
que pasan por la fatídica insolidaridad de las instituciones, como se refleja
en el cuadro: “Repatriado de Cuba en el muelle”.
E n su pintura, está presente el espacio mítico de los
gitanos irredentos y sedentarios en su propio hábitat, solitario e insalubre,
del Somorrostro Barcelonés, en la soledad de la playa. “Las gitanas de
Somorrostro”, es una de las acuarelas de Isidre Nonell en que un grupo de
gitanas transcienden entre los arenales, con sus rostros encogidos y alejados
del “mundanal ruido”. Digamos que Nonell no se ha destacado en la descripción
de elementos arquitectónicos de Barcelona, pero si ha prestado atención a las
barracas de Somorrostro, destacando esas estructuras de palos y latas, de cobertizos
agujereados y seres sentados como efigies petrificadas.
El óleo titulado, “Playa de Pequín”, resalta otro de los
pequeños enclaves de los barrios marginales de Barcelona, ubicado en la playa
de Sant Adrià de Besòs, en la que se instalaron varias familias chinas. Estos
espacios nos transmiten un ambiente de pobreza, que se manifiesta en la basura
que rodea las barracas. Lo inhóspito, como elemento de censura, también brilla.
Nonel no ha sido un artista al que se le reconociera valor
creativo en su tiempo, más bien se le tildó de pintor efímero y de escasa
relevancia. Actualmente, la burguesía catalana en el poder institucional de
todos los poderes en Cataluña, siguen olvidándose de él.
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