Eduardo Chillida
Eduardo Chillida Juantegui (San Sebastián, 10 de enero de
1924-ídem, 19 de agosto de 2002) fue un escultor español conocido por sus
trabajos en hierro y en hormigón, destacado continuador de la tradición de
Julio González y Pablo Picasso.
Nació el 10 de enero de 1924 en San Sebastián, era el tercer
hijo de Pedro Chillida y su mujer, la soprano Carmen Juantegui. Fue portero de
fútbol en la Real Sociedad, pero a causa de una lesión tuvo que dejarlo. A los
diecinueve años inició en la Universidad de Madrid los estudios de
Arquitectura, estudios que abandonará para dedicarse exclusivamente a la
escultura y al dibujo en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Su actividad comienza en torno a 1948, cuando se traslada a
París. Allí entabla amistad con Pablo Palazuelo.
En 1950 regresa a San Sebastián, se casa con Pilar Belzunce
y se instalan en Villaines-sous-Bois, un pueblecito francés en la región de
Isla de Francia, departamento de Valle del Oise. Cuando nace el primero de sus
hijos regresa definitivamente a San Sebastián y comienza a trabajar en Hernani
en una fragua, donde el hierro introduce un cambio fundamental en su
trayectoria. Por sugerencia de su amigo Pablo Palazuelo, hace en 1954 su
primera exposición individual en la Galería Clan de Madrid. En 1964 recibe el
Premio de Escultura del Carnegie Institute de Pittsburg.
En 1981 recibe la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas
Artes en Madrid. En 1983 recibe el Premio Europäischer der Künste en
Estrasburgo. Es nombrado Miembro Honorario de la Royal Academy of Arts de
Londres. En 1984 recibe el Grand Prix des Arts et Letres de París. También le
fueron otorgados el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1987 y el
Premio Imperial Japonés en 1991.
En la última parte de su vida, el propio Chillida constituyó
el museo Chillida-Leku, en el caserío de Zabalaga (Hernani). Es una
construcción tradicional vasca remodelada por el escultor y rodeada de un gran
espacio de jardines que alberga la obra del artista. Allí se dejó ver en
público por última vez, en octubre de 2000, en un acto celebrado en el museo,
en el que fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad Complutense de
Madrid. Le quedó pendiente el proyecto de la montaña de Tindaya, en
Fuerteventura, pues no llegó a realizarse antes de que el escultor falleciera
el 19 de agosto de 2002.
A lo largo de su vida, además de recoger infinidad de
premios y condecoraciones, Chillida participó en centenares de exposiciones
alrededor del mundo entero. Por ejemplo, la Bienal de Venecia (1958), el premio
Carnegie (1965) o el Rembrandt (1975).
Sus primeras esculturas son obras figurativas, torsos
humanos tallados en yeso como Forma, Pensadora, Maternidad, Torso o Concreción.
En todas ellas, el punto de partida es la escultura griega arcaica, pero se
aprecia ya su preocupación por la forma interior además de tener un marcado
sentido monumental. Los juegos de volúmenes y los valores de la masa lo acercan
al lenguaje de Henry Moore. Empezó a modelar obras figurativas, pero poco a
poco tendió hacia formas más abstractas. En 1949 realizó Metamorfosis, obra que
ya puede ser considerada abstracta.
Alrededor de 1951, con su empleo en la fragua, se inicia en
el trabajo del hierro. Emprende entonces un ciclo de esculturas no imitativas,
yendo en aumento su preocupación por la introducción de espacios abiertos. Huye
de la imitación de la naturaleza y va en busca de la creación e invención. Cada
una de sus obras plantea un problema espacial que trata de resolver con la
ayuda del material, según las características o propiedades del mismo. Ilarriak
(1951) es su primera escultura abstracta. Significa "piedras
funerarias" y está inspirada en las estelas funerarias y en los aperos del
pueblo vasco. Se aprecia la relación entre la masa maciza del monolito y el
espacio que señala. Centrado en el empleo del hierro ejecutó a veces unas obras
de macizo aspecto y otras más aéreas. Siempre intentando captar el espacio a
base de ritmos geométricos que lo estructuraban arquitectónicamente. Algunos
ejemplos son Peine del viento, Música de las esferas, Oyarak (Eco) y Espacios
sonoros. En Peine del viento la naturaleza interviene como un elemento más, sin
forzarla. Recurre al viento y al agua, intentando que todos formen parte de la
escultura. Para las puertas de Aranzazu busca chatarras y desechos industriales
que puedan servirle. No pretende hacer unas puertas donde se coloquen
esculturas, sino que ellas mismas sean las esculturas.
En 1957 abre una nueva etapa de experimentación. Hasta
entonces, en su lenguaje predominaban las líneas horizontales, verticales y
curvas y ahora adoptará ritmos lineales más movidos e inquietos, de difícil
comprensión. Ejemplos: Hierros de temblor o Ikaraundi (Gran temblor), donde el
material férreo se extiende en el espacio sin tratar de capturarlo. También
elabora Rumor de límites, Modulación del espacio, la serie de ensayos Yunque de
sueños, o la serie Abesti Goroa (Hacia lo alto). Son variadas composiciones que
asentadas en rudos bloques de granito o madera, parecen extender sus ritmos al
espacio con gran ligereza, a pesar del material, que no lo oculta. En un primer
momento, el hierro fue el material preferido para la búsqueda espacial, pero
posteriormente introdujo otros materiales como la madera, el hormigón, el acero,
la piedra o el alabastro. En la serie Alrededor del vacío, emplea el acero. El
mismo material que en Gnomon, Iru Burni o Elogio de la arquitectura. Eduardo
Chillida optará por unos materiales u otros de acuerdo a las posibilidades
estructurales de los mismos. Elegirá el alabastro, cuya cualidad pone en
relieve con la ayuda de la luz para hacer referencias a la Arquitectura. La
serie Elogio a la luz, compuesta por trece ensayos de ortogonales volúmenes,
cuyas paredes están atravesadas por breves y estrechos corredores que, rectos y
curvos, juegan con la luz y la sombra.
Desde la década de 1980, se especializa en la instalación de
piezas de grandes dimensiones en espacios urbanos o en la naturaleza, que
contraponen la masa y el espacio. La serie Lugar de encuentros son enormes
piezas que aparecen suspendidas en el aire colgando de cables de acero.
Chillida expuso su temprano trabajo en 1949 en el Salón de
Mai en el Museo de Arte Moderno de París, y el año siguiente participó en la
Red Eléctrica de l'Eblouies, un espectáculo de arte de la posguerra en el
Galerie Maeght. Después de que su primera exposición en solitario en la Galería
de Clan en Madrid en 1954, Chillida expuso su trabajo en más de 100 recitales.
Él también participó en muchas exposiciones internacionales, incluyendo Bienal
de Venecia (1958, 1988 y 1990); Aeropuerto Internacional de Pittsburgh, donde
recibió el Premio de Carnegie de escultura en 1964 y, en 1978, compartió el
premio Andrés W. Mellon con Willem de Kooning; y Documenta II, IV y VI. Su
primera exposición retrospectiva comprensiva en los Estados Unidos fue montada
por el Museo de Bellas Artes de Houston, en 1966. Las exposiciones
retrospectivas gráficas y estructurales de Chillida han sido desde entonces
montadas por la Galería Nacional de Arte en Washington D. C. (1979), Museo
Solomon R. Guggenheim en Nueva York (1980), Palacio de Miramar en San Sebastián
(1992); y Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid (1999) y el Museo
Guggenheim Bilbao, España (1999).
El 30 de octubre de 2014 fue presentado el primer tomo del
catálogo razonado de la escultura de Eduardo Chillida. Esta publicación forma
parte de una colección de cinco volúmenes que se fueron/irán publicado con una
periodicidad aproximada de un año, con el objetivo de recopilar la obra
completa del escultor donostiarra.
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